El deterioro auditivo se presenta generalmente en adultos mayores de 65 años. La pérdida es consecuencia del envejecimiento y suele ser más común en hombres que en mujeres.
A medida que pasan los años y sobretodo en la vejez el riesgo aumenta. Es decir que el deterioro auditivo incrementa gradualmente y en muchos casos el adulto mayor no se da cuenta de que lo padece. Generalmente, los familiares del adulto mayor o los Pródigos encargados del cuidado y acompañamiento, son quienes detectan el problema.
Síntomas
- Padecer de zumbidos o ruidos intermitentes en los oídos.
- Dificultad para entender una llamada telefónica.
- No poder entender el mensaje cuando varios interlocutores hablan.
- Hablar en un volumen alto sin necesidad.
- Agotamiento e irritabilidad.
- Necesidad de pedir que repitan oraciones en una conversación.
- Perdida de sensibilidad al escuchar sonidos cotidianos.
- Incremento en el volumen del televisor o radio.
Si un adulto mayor está experimentando deterioro auditivo es pertinente que las personas a cargo estén muy pendientes. Consultar con un profesional en la salud permitirá definir el tratamiento o las recomendaciones a seguir.
Cómo mejorar la comunicación:
- Hablar claro y vocalizando.
- Evitar gritar.
- Minimizar ruidos de fondo mientras hablan.
- Utilizar las mismas palabras para comunicar las ideas.
- Hacer pausas entre las oraciones.
- Comprobar que el adulto mayor ha entendido el mensaje.
Ayuda profesional
El otorrinolaringólogo es un médico que se especializa en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del oído, la nariz y la garganta. Un otorrinolaringólogo intentará averiguar la causa de los problemas de audición y le ofrecerá opciones de tratamiento. También puede referirle a otro profesional de la audición, como un audiólogo.
El audiólogo ha recibido capacitación especializada para identificar qué tipo y qué tan severa es la pérdida de audición que el paciente tiene. También puede indicar qué opciones de tratamiento tiene.
La pérdida auditiva en personas mayores aumenta el riesgo de exclusión social
Estudios ponen de manifiesto el gran problema que puede suponer la pérdida de audición en las personas si no se trata correctamente, ya que por cada 10 dB de pérdida de sensibilidad auditiva, el riesgo de aislamiento social aumenta un 52%. El mismo estudio indica además que los problemas auditivos sin diagnosticar están vinculados a un deterioro cognitivo que equivale a casi cuatro años más de edad cronológica.
Además, los personas de entre 60 y 69 años con una pérdida auditiva sin tratar son más propensos a ser hospitalizados con frecuencia y sufrir periodos de inactividad o depresión.
Por estas razones es que es sumamente importante briconbsndar la atención necesaria a nuestros Adultos Mayores y así poder ayudarlos a tiempo.