Mantener una vida plena, con una alimentación adecuada y ejercitarse diariamente son las claves para gozar de un buen estado de salud, pero a estas variables se le incorpora el consumo de hierro, que evitará problemas del corazón (como la insuficiencia cardíaca) y podría alargar su expectativas de vida.
La anemia es una las causas principales de insuficiencia cardíaca, según un estudio realizado por la Sociedad Española de Cardiología, donde afirman que la mitad de los pacientes que se registraron a la data de la investigación, sufrían de ferropenia (déficit de hierro).
La Organización Mundial de la Salud, tipifica este padecimiento como una de las “epidemias del siglo XXI”, al ser la principal causa de muerte de 16 millones de personas y afectar a 2% de los adultos mayores en el mundo.
Para entender este fenómeno, se debe conocer la importancia de este órgano. La función vital del corazón es bombear sangre al organismo y administrar equitativamente el oxígeno en todos los órganos, con un promedio de bombeo de 5 litros de sangre por minuto. Mientras que la tarea principal del hierro en la sangre, es generar hemoglobina que se encarga de “encapsular” el oxígeno para depositarlo en los tejidos.
Con anemia, el corazón debe bombear más sangre para compensar la baja cantidad de oxígeno- por el bajo conteo de hemoglobina- lo que puede provocar arritmia.
Este es el inicio de una enfermedad silenciosa como la insuficiencia cardíaca.
Para identificar, en principio, el déficit de hierro a través de los síntomas, se debe evaluar todos los indicios como un mal común y no como enfermedades independientes; es por esto que una visita oportuna al médico de cabecera es importante.
Mientras que la insuficiencia cardíaca puede detectarse por distintas anomalías, que aparecen en conjunto, como la tos, fatiga, palpitaciones, inapetencia, edemas o hinchazón y aumento de peso, aunado a dificultad para dormir por problemas respiratorios y necesidad de orinar en las noches.
Las deficiencias cardíacas se dividen entre crónicas y agudas. En el primer caso, los signos se van incrementando de manera gradual, pasando desde leve a graves afectaciones. El agudo, se manifiesta de manera repentina, produciendo un infarto en el miocardio, músculo que sufre un estrechamiento de los vasos sanguíneos debido al depósito de grasas en sus paredes.
Se debe evaluar la tabla nutricional de los productos que desea consumir, ya que la principal causa de la anemia es la mala alimentación. Se recomienda comer carnes rojas, pescado y crustáceos para adquirir el aporte de hierro. También las lentejas contienen un alto grado de hierro, convirtiéndolo en uno de los principales referentes para su consumo. Además, esta dieta se debe complementar con Vitamina C para su mayor absorción.
Uno de los alimentos más recomendados para evitar carencia férrica es el berro. Las propiedades de esta verdura es una combinación entre hierro y la vitamina C, composición química básica para atacar la anemia ferropénica .
También se puede identificar por un conteo de glóbulos rojos inferior en comparación con los valores establecidos en un examen sanguíneo completo. Los factores que más inciden en esta propensión son la edad, las infecciones víricas y enfermedades crónicas, como imposibilidad de su absorción en el organismo.
La recomendación principal para prevenir secuelas por carencia de nutrientes es llevar una vida saludable, sin dejar de disfrutarla, por esto se debe evitar o diminuir el consumo de grasas en excesos o comidas pesadas, el alcohol y el tabaco.
Controlar el peso y realizar ejercicios físicos es parte necesaria del proceso para mejorar su calidad de vida, sobre todo en la etapa inicial de una insuficiencia cardíaca; las limitaciones son mayores por la poca capacidad de respuesta del corazón ante las actividades.
La última instancia ante un déficit cardíaco severo es un trasplante de corazón, sugerido a personas menores de 65 años de edad, luego de haber agotado los recursos con los medicamentos prescritos por su médico.