Estas últimas semanas de primavera han estado marcando altas temperaturas. Esto conlleva el riesgo de sufrir un golpe de calor sobre todo las personas mayores de 65 años. Las personas mayores de 65 años tienen una sensación reducida de calor y por lo tanto se protegen menos. Además, disminuye la impresión de sed, con un alto riesgo de deshidratación, sobre todo en personas con enfermedades neurodegenerativas, sobrepeso, enfermedades crónicas o los que toman medicación.
¿En qué momento se puede producir un golpe de calor?
Cuando la temperatura de nuestro cuerpo rebasa los 41 grados se produce una hipertermia. Se trata de una situación en la que la persona experimenta un aumento de la temperatura por encima de los límites normales, superando los mecanismos de regulación térmica de los que dispone nuestro organismo y originando el temido golpe de calor.
Los síntomas de la hipertermia suele ser dolor de cabeza, sensación de boca seca y pastosa, náuseas, vómitos, mareos, escalofríos, piel seca y enrojecida, calambres musculares en brazos, piernas o vientre, desorientación, pérdida de conciencia o confusión y no sudoración ante las altas temperaturas.
¿Cómo evitar la hipertermia?
Para evitar el golpe de calor, es esencial la prevención de la hipertermia. Para esto, aconsejamos:
- Tomar muchos líquidos. La falta de sed puede engañar, por lo que es mejor prevenir la deshidratación, ingiriendo agua, infusiones, jugos de frutas y evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- Comer ligero, para evitar digestiones pesadas.
- Evitar la exposición al sol.
- No realizar ejercicio ni deportes que aumenten el esfuerzo y la sudoración en momentos de calor.
- Mantener el hogar fresco y ventilado
- Evitar la ropa ajustada y elegir tejidos como el algodón, y de colores claros.
- Utilizar sobreros o gorros.