La lectura es un hábito muy saludable para cualquier edad; sin embargo en la madurez ayuda aún más a recrear ideas utilizando la imaginación que es sinónimo de “gimnasia cerebral”, además de fortalecer la memoria.
Especialistas aseguran que las actividades culturales, de socialización y de destreza mental contribuyen a un mejor funcionamiento cerebral, retrasando los estados de amnesia senil.
Leer es un hábito se va adquiriendo con los años, no necesita mucho esfuerzo, los únicos implementos son: el libro por supuesto, una buena luz y unos anteojos si se requieren. No es una actividad costosa si se recurre a bibliotecas públicas o librerias de libros usados.
Si no se tiene el hábito se puede ir adquiriendo poco a poco, sin limitaciones ni exigencias propias, cada quien lo hace a su propio ritmo de disfrute. Además también se adquieren gustos particulares por géneros literarios.
Leer también es muy beneficioso para la familia ya que cando los niños y jóvenes ven a una persona leyendo, es muy probable que la curiosidad los haga iniciarse en el hábito, que al adquirirlo les resultará tan divertido como ir al cine, escuchar música o salir de paseo.
La lectura recrea, instruye, divierte y fortalece la memoria, muchos beneficios para un hábito tan sencillo como una larga caminata, jugar a las cartas o cepillarse los dientes.