El equilibrio de los niveles de azúcar en sangre es una de las propiedades del pistacho, un fruto seco rico en proteínas y fibra, que ayuda en la prevención y control de la diabetes mellitus tipo II. Sus efectos se extienden a reducir las probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares y mitigar la ansiedad si se consume como merienda.
Según un estudio de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad de Rovira y Virgili en España, reseña que el alto contenido de fibra en el pistacho merma drásticamente el alza de glucosa en situación postprandrial.
Además, los betacarotenos, una sustancia que se convierte en vitamina A cuando el cuerpo la asimila, junto al antioxidante proantocianidina refuerzan la regulación hormonal, favoreciendo al cuidado de la piel.
Esto también aporta beneficios para mejorar la resistencia a la insulina e incide en los cambios metabólicas de la prediabetes, que se pueden revertir si se consume entre 30 y 50 gramos de este fruto seco al día.
En el estado pre diabético, los pacientes que no toman medidas oportunas pueden desarrollar diabetes durante los siguientes cinco años, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos. Un estudio publicado por esta institución reseña que la tasa promedio de los casos de diabetes sin diagnosticar se calcula en 15% a 30% en EEUU.
Los expertos recomiendan comer en ayunas un “puñado” de pistachos para que se evite el aumento de peso corporal, ya que su perfil nutricional produce una sensación de saciedad que inhibe el hambre. Otra de sus cualidades es la poca cantidad de hidratos de carbono, componente que suministra azúcar a la sangre para convertirse en energía, que en el caso de la diabetes, es excedentaria.
Las prescripciones médicas para diabéticos incluyen una dieta balanceada que incorpora a los frutos secos para controlar los niveles de glucosa en la sangre, pero el pistacho es recomendado como una de las principales meriendas que cualquier persona debe consumir por sus múltiples beneficios.
Los investigadores concluyeron que las grasas mono insaturadas que contiene esta semilla contribuye a mantener al margen los niveles recomendados de colesterol.
Una porción de 30 gramos de pistacho al natural contiene 159 calorías y 5,75 gramos de proteínas y 5,54 gramos de carbohidratos. En los hidratos de carbono se suman 5,54 gramos de carbohidratos totales, 2,17 gramos de glucosa natural, 0,47 gramos de fécula y 2,9 gramos de fibra.
Una parte de la investigación evaluó el efecto de la ingesta de 60 gramos de pistacho luego de consumir alimentos ricos en carbohidratos como el arroz, la pasta y el puré de patatas, donde se evidenció que la cantidad de sacarosa en sangre se nivelaba.
La composición nutricional de los frutos secos se asemeja a la tabla nutricional del pistacho, es por esto que la investigación no descarta que estos beneficios se extiendan más allá de este alimento. Sin embargo, el pistacho es la única semilla estudiada que contiene elementos bioactivos que inciden en las vías biológicas que conducen a la resistencia a la insulina y la diabetes.