Comienza el otoño y las temperaturas también empiezan a descender. Para los Adultos Mayores se presenta un incremento de la sensación del frío, esto debido a que a medida que envejecemos se van produciendo alteraciones en el metabolismo basal, que es sistema que tiene el organismo para regular la temperatura corporal, además la piel se hace mas delgada y se alteran los receptores cutáneos de la temperatura, por lo que el Adulto Mayor puede tener dificultad para percibir con certeza si tiene frío o calor.
Así que en época de frío te hacemos estas recomendaciones para que no sufras las consecuencias de las bajas temperaturas.
Si salís de casa, revisá la temperatura por los medios de comunicación, los noticieros tienen una sección exclusiva para esto. También podés instalar un termómetro en un lugar visible y que esté a la intemperie para poder verificar qué tanto frío puede hacer.
Si sos hipertenso, debes estar más atento los día que hace mucho frío, ya que las bajas temperaturas pueden producir vasoconstricción que puede influir en la presión arterial.
Es típico que el frío también pueda contribuir en las dolencia por artrosis y las contracturas musculares. Por eso es recomendable evitar los cambios bruscos de temperatura y tomar baños de agua caliente para contrarrestar la rigidez de los músculos. Tratá de no hacer grandes esfuerzos físicos si no estas entrenado.
El frío y el viento repercute en la piel. Mantenete hidratado para evitar eccemas y grietas por resequedad sobre todo en las zonas más expuestas como las manos y la cara. Para ello, utilizá cremas humectantes y bebé líquidos frecuentemente, además de cubrir estas zonas con guantes y gorro.
La alimentación es importante, considerá los producto ricos en grasa y carbohidratos sin olvidar las proteínas. La alimentación debe ser equilibrada si que no exagerés con la ingesta de lípidos, además si sufrís alguna enfermedad como diabetes, debes consultar a tu médico para adaptar tu dieta a las estaciones de otoño e invierno.
Obviamente la ropa adecuada es muy importante, preferí abrigos en fibras sintéticas ya que el algodón y la humedad hace que se acumule más frio en la prenda de vestir.
Conservá la temperatura en los espacios cerrados entre 18 a21 grados centígrados. Evitá el uso de braseros y estufas de kerosene porque generan monóxido de carbono que debe ser controlado mediante una correcta ventilación. Podés utilizar estufas eléctricas o calefactores de gas.