La “Tercera Edad” es una etapa en a vida que inevitablemente todos los que llegamos a ella debemos afrontar; pero ¿Por qué debemos encararla de una manera fatal, melancólica y hasta pesimista?
Como anteriormente mencionamos, los que hemos tenido la dicha de llegar a cierta edad, debemos agradecer todos los días a la vida y vivirla a plenitud. Esta no es una etapa para encerrase, mal encararse o deprimirse.
Si bien la vida que hemos llevado nos ha dado lecciones, positivas y otras no tanto, la vejez es una etapa para vivirla como queramos.
Si, podemos tener más dificultades físicas para realizar actividades que cuando jóvenes podíamos hacer con facilidad. Si, en ocasiones nos cuesta recordar ciertas situaciones o somos más sensibles a otras. Pero eso no quiere decir que nos reinventemos para adaptar nuestras debilidades y convertirlas en fortalezas.
El mundo está lleno de sorpresa y la edad no es impedimento para descubrirlas. Es más, cada día es una nueva oportunidad de crear una aventura que nos anime a averiguar qué sucederá al día siguiente.
Por eso ¡LEVANTATE! Disfrutá de los momentos con los hijos, nietos o con cualquier persona que esté a tu alrededor y quiera compartir historias o inventar nuevas juntos. Nunca es tarde para soñar. No hay impedimento que nos pueda quitar la alegría de querer seguir adelante.